Matthäus, Klybeck y Kleinhüningen

Huele a mar: el puerto de Basilea no es solo el lugar en el que convergen tres países, es también un lugar que despierta la nostalgia viajera. Seguramente será por los barcos, que vienen y van y nos hacen soñar con la inmensidad del mundo, pero también por el ambiente y su encanto especial, pese al marcado carácter industrial. Y también los barrios vecinos de Klybeck y Matthäus se encuentran en pleno proceso de apertura y cambio.