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Concierto clásico
Orchesterschule Insel & Sinfonieorchester Basel
Stadtcasino Basel
Konzertgasse
1, 4051 Basel
Los tres acertijos, ópera de Detlev Glanert - representación escolar
Detalles del evento
Miembros de la Orquesta Sinfónica de Basilea Orchesterschule Insel, Dorothee Mariani, ensayo Inès y Yannick Köllner, lazo Paola Preyer/Sophia Schwendimann, charada Maria Pujades Seguí, soprano Christina Campsall, mezzosoprano Akinobu Ono, tenor Robert Koller, barítono Santiago Garzón-Arredondo, barítono Damiano Capelli, bajo Jürgen Feigl, iluminación y escenografía Wink Withold, escenografía Tatyana Naidu, vestuario Maria Riccarda Wesseling, dirección Stefano Mariani, dirección musical Detlev Glanert (*1960): Die drei Rätsel (2002/03) Este concierto es apto para niños y jóvenes a partir del tercer grado. Adecuado para niños de primaria. Inscripción (obligatoria): 061 272 25 25 o [email protected] Die drei Rätsel no es una obra infantil, sino un verdadero Glanert: dramáticamente hábil, alternando entre la actividad motriz sin aliento y la calma, brillantemente orquestado, con tendencia a lo grotesco - y siempre fácil de digerir... Teatro compasivo en el buen sentido: Un chico abandona la casa de sus padres para conquistar a una princesa que le exige tres acertijos irresolubles y, primero sin querer, luego de buena gana, se deja vencer... El final es la revolución: el mundo superpoblado de los adultos se derrumba... Este estreno mundial sería un buen modelo para el futuro de la ópera, con público y actores de todas las edades. Johannes Killyen, Mitteldeutsche Zeitung, 14.10.2003 El material básico de Las tres adivinanzas, también conocido como la historia de Turandot, es uno de los mitos europeos más antiguos sobre la adolescencia que acaba de empezar; esta transición de la infancia a la pubertad, retratada de forma tan extraordinariamente épica, aparece aquí enmarcada en la antigua tradición de los cuentos de hadas y, a través del retrato de los niños -¡es decir, de aquellos a los que concierne! - debería desplegar un poder y una calidad propios. La música, por supuesto, tenía que adaptarse a las exigencias técnicas de los niños, pero sin reducir en absoluto la voluntad creativa teatral y dramatúrgica; tenía que ser divertida, triste, bufonesca y emocionante en un lenguaje musical que puede ser desconocido, pero que se puede aprender sin coacción; desde la pieza musical autónoma hasta la aplicada, he intentado presentar la riqueza de las posibilidades de la ópera, sin duda también como alternativa a la estética Zap de la televisión y los juegos. Detlev Glanert
Nota: Este texto fue traducido por un software de traducción automática y no por un traductor humano. Puede contener errores de traducción.
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