En música, el punto dulce es la posición óptima para tocar un instrumento. ¿Puede haber también un punto dulce en el intercambio con artistas de diferentes disciplinas? ¿Cómo puede el sonido, en combinación con otra forma de arte, crear un todo que sea más que la suma de sus partes?
El artista sonoro Fritz Hauser (1953, Basilea) busca el diálogo más allá de las fronteras de los medios de comunicación. Tanto en la exposición como en su activación, explora la cuestión del punto dulce en los campos de la música, la pintura, el vídeo, el diseño textil, la fotografía, el collage, el dibujo, el espacio y la luz, dando como resultado una enérgica polifonía.
Comisaria: Ines Goldbach
Con:
Boa Baumann, Isabel Bürgin, Erich Busslinger, Camenisch | Vetsch, Brigitte Dubach, Raimund Girke, Sabine Hertig, Miller & Maranta, Marius Rappo, Maja Rieder, Patrick Steffen, Jürgen Wiesner, Fabia Zindel
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